La depresión cada vez afecta a más personas debido al ritmo de vida actual. Con las exigencias del día a día es normal que de vez en cuando nos encontremos decaídos y nos desanimemos. La vida está llena de altibajos y eso es parte de lo que la hace interesante. Pero si los momentos de tristeza y desánimo son muy frecuentes y se prolongan en el tiempo, ha llegado el momento de pararse a pensar: ¿Tengo depresión? ¿Puedo hacer algo para estar mejor?
Aunque parezca ridículo, a muchas personas les cuesta reconocerlo. Las redes sociales nos dan la impresión de que todos nuestros amigos viven vidas perfectas y que nadie tiene dificultades. Pero no es así y aceptarlo es el primer paso. Si estás leyendo esto, vas por buen camino.
Tabla de contenidos
9 Síntomas de la depresión
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Sentimientos de impotencia o desesperanza:
Te sientes incapaz de afrontar tus retos cotidianos, no vez ninguna salida o lo ves todo negro y no crees que las cosas puedan ir mejor.
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Pérdida de interés en tus actividades.
Ya no te atraen tus hobbies, salir con tus amistades, tener vida social o no te atrae el sexo. Simplemente, no tienes ganas de nada y no eres capaz de sentir placer o alegría.
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Desórdenes en el apetito.
Tanto si has perdido el apetito como si te pegas atracones compulsivamente. Una alteración súbita de tu peso normal hacia arriba o abajo, indica que algo no va bien.
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Alteraciones de sueño.
Puede que te cueste conciliar el sueño y te despiertes con frecuencia por la noche. Pero también te puede pasar lo contrario, que te cueste levantarte por las mañanas o duermas demasiado.
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Falta de energía.
Con frecuencia sientes fatiga o cansancio. Te cuesta realizar cualquier actividad por pequeña que sea y tardas en terminar más de lo acostumbrado.
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Dispersión mental.
Te cuesta atender a los demás, o concentrarte durante un tiempo en una misma actividad. Te distraes con facilidad.
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Sentimientos de culpabilidad o baja autoestima.
Te sientes inferior a los demás, que no vales para nada o que cualquier cosa que vaya mal es culpa tuya.
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Enojo o irritabilidad.
Tienes un bajo nivel de tolerancia hacia los demás y te molestas con facilidad. Te vuelves susceptible.
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Malestares físicos inexplicables.
Puedes sufrir de mala digestión, dolores musculares, de espalda o de cabeza, sin que haya una explicación para ello. También se puede ver reflejado en la piel, si tienes picores o eccemas que acompañen a tus alteraciones anímicas.
La depresión varía entre una persona y otra y está influenciada por muchos factores. Estos síntomas no son de por sí un indicativo y pueden formar parte de los altibajos normales de la vida. Pero cuántos más de ellos padezcas y mayor sea su duración y frecuencia, más probabilidad habrá de que tengas depresión.
Algunos pasos para sentirte mejor
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Acércate a otras personas.
El ser humano es un animal social y por lo tanto estamos hechos para vivir en compañía. Además, la soledad es abono para la depresión. Así que intenta hablar con algún amigo. Puede que al principio no te apetezca, que prefieras la soledad, pero sólo el hecho de hablar con alguien será de gran ayuda.
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Realiza ejercicio físico.
Cuando sientes la depresión, es normal que no te apetezca hacer nada, ni siquiera levantarte de la cama. Pero ten en mente que el hábito de ejercicio es uno de los mejores antidepresivos que hay. Y no tienes por qué aspirar a ser un gran deportista. Un paseo por el barrio mientras escuchas música puede ser la mejor manera de comenzar.
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Toma alimentos o suplementos contra la depresión.
Evita los estimulantes como el café o el alcohol y los alimentos refinados con exceso en grasas y azúcares. También puedes probar algunos suplementos alimenticios que mejoran el estado de ánimo como ya lo explicamos en «Métodos infalibles para combatir la astenia primaveral» y aquí.
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Busca una ocupación: haz algo que sabes que te gustaba hacer.
Entra en contacto con la naturaleza, con alguna mascota…
…y no te exijas demasiado. Tómate tu tiempo y ten la seguridad de que, aunque al principio te parezca un poco forzado, poco a poco llegará el momento en que te sientas mejor.
Recuerda que estos consejos no son infalibles si estás padeciendo una depresión clínica. Si sientes que el apoyo de tus amigos no es suficiente y que los cambios de vida saludables no surten efecto, deberías buscar la ayuda de un profesional.